PUNTA ARENAS

Con el lema “Latinoamerica navega unida y en paz” termina esta excitante etapa Ushuaia, Beagle, Cabo de Hornos, Canales Fueguinos paso por dentro, luego de obtener el permiso, y el Estrecho de Magallanes y un lindo final en Punta Arenas. Es, creo, que el sueño de todo navegante recorrer estos lugares.

Un breve resumen: El Cabo de Hornos fue muy benigno con nosotros. Mar calmo y poco viento del sudoeste, como es habitual este cuadrante. Paseamos por él durante todo un día. Aunque al llegar cerca de la isla Deceit  nos tocaron ráfagas de 50 nudos, pero en el mar apenas unas crestitas. Acompañaba a la flota un inmenso cardumen de delfines. Una noche apacible. Todos los barcos muy cerca del otro con la lancha «Lautaro» de Chile haciéndonos de apoyo, fue una linda noche. Muchas fotos en el Cabo de Hornos y regreso al Canal Beagle que con poco viento nos acompañó hasta la isla Divide.

Brazo Noroeste del Beagle. Allí tomamos por el brazo noroeste y parece que Eolo y Neptuno decidieron mostrarnos lo difícil que es esa zona. Vientos que pasaban los 99 nudos aparecían de golpe y de la misma forma se iban, nieve, frío, cielo gris, marejada pequeña pero que cuando salpicaba el roción se congelaba en e los vidrios de la timonera. Así durante dos días y noches. Algunos veleros como el «Cisne Branco» retrocedió dado que le era imposible avanzar con semejante viento, pero como cada tanto calmaba nos volvíamos a juntar. Lo mismo pasó con el «Gloria», y nosotros mismos una noche muy cerrada nos quedamos dando vueltas dado que el radar dejó de funcionar y no era prudente continuar. Se ofreció un excelente timonel que se quedo toda la noche al timón, con cara incluso de alegría: Alberto Mieres; gracias pude dormir hasta l amanecer y continuar en la timonera. Los más jóvenes como Pepi, Ivan y Federico se quedaron haciendo compañía y mirando todo el horizonte para ver si aparecía alguien, no había tanto lugar y efectivamente el Cisne Branco nos pasó al amainar el viento.

Llegamos al Magdalena con viento fuerte de popa de 30/35 nudos y olas de unos 5 metros que barrenábamos sin problemas a unos 10 / 11 nudos. Una navegación perfecta. Con Pepi May como jefe de cubierta y las velas arriba. Todo el día a ese ritmo hicimos noche cerca de Punta Arenas para hacer el ingreso la mañana siguiente. Así es todos fuimos ocupando los lugares destinados a cada barco. Nos toco con el Gloria el muelle del astillero mientras los otros estaban en el de pasajeros.

Aquí la tripulación se desarmaba un poco. Pero paseamos por el centro de Punta Arenas, visitamos el Museo Regional y nos encontramos con el Mono Damilano, al regresar al Ice Lady Patagonia II nos encontramos con Hernán Alvarez Forn («Hormiga Negra») ; increíble amigos de la navegación de toda la vida confluyendo en este Puerto. Hormiga Negra seguiría hasta  Valparaíso y muchos íbamos a distintos destinos, en mi caso un Bus hasta Ushuaia con el negro Cequeira de la Armada, el bajó de la Fragata Libertad.

Pero la gran despedida fue en Sotitos Bar y luego el Casino. Como debe ser al tocar puerto. Navegamos: Florencia y Eduardo May, Guillermo Franchesquini, Nestor Volker, Ricardo Cobos, Jorge May (el Capi), Juan Escobar, Ian May, Nico Grandeo, Francisco May, Gustavo Lagderhein, Vera y Federico, Alberto Mieres. Espero no olvidar muchos más. Si Carlos Pedro Vairo.

Llegada a Punta Arenas