Sobre el río Shannon, en el estuario, encontramos este museo que recuerda la época de los primeros vuelos transatlánticos.

Charles Lindberg fue pionero en estos cruces, realizándolo en 1933. Una terminal abre en 1935. El 5 de julio de 1938 comienzan a llegar los primeros hidroaviones con pasajeros. Foynes se convierte en el aeropuerto civil más importante durante la Segunda Guerra Mundial. Cierra en 1946 y pasa por distintas manos hasta que en 1989  Maureen O´Hara compra parte de las instalaciones y comienza el museo. Lo dirige hasta su muerte, en 2015.

Los 4 pisos del museo son una hermosa mezcla. Un piso dedicado a la famosa estrella de Hollywood Maureen O´Hara, que estuvo casada con  el piloto de hidroaviones  Charles Blair. En ese piso se ve desde el Oscar ganado hasta vestidos, joyas y recuerdos de su vida en el cine.

También hay una recreación del primer Duty Free Shop del mundo, donde se sirvió por primera vez el café irlandés. Fue Joe Sheridan quien le agregó whisky y crema al café porque vio que los pasajeros llegaban con mucho frío.

En cuanto a la muestra, es muy buena la introducción con un film de la época de estos grandes y pesados aviones. Luego está la réplica de un Boeing 314 “Clipper”, solo se fabricaron 12 y no queda ninguno original. Está muy bien hecho y nos dejó perplejos por lo rústico que eran. En las fotos se pueden ver los detalles de las butacas, literas para la tripulación, el comedor, etc.

Fueron utilizados por Churchill, Stalin, Roosevelt y se intensificó la ruta del Atlántico Norte entre EE UU, Foynes, Southampton y Lisboa.

Ya finalizada la guerra, la aviación había avanzado mucho y existían gran cantidad de aeropuertos en tierra. Así fue que en poco tiempo quedaron descartados.