
PERÚ
CABALLITOS DE TOTORA. HUANCHACO
La nota sobre los Caballitos de Totora del Perú y de las balsas del lago Titicaca data de un viaje de estudios realizado en 1983. Pasaron 27 años entre una y otra visita. Muchas cosas encontré cambiadas en esa zona de Perú. Ciudades más desarrolladas que acompañaron a una economía pujante, al menos en los últimos tiempos. Bullicio que refleja una actividad generalizada con más turismo, restaurantes y hoteles nuevos y una sorprendente actividad cultural. Hermosos museos como la Sra. de Cao y el de las tumbas Reales del Sr. de Sipan. Trabajos arqueológicos de envergadura como los mencionados o el de la Huaca del Sol y la Luna. Proyectos realmente importantes, con excelentes profesionales y fondos mixtos. Algo que se debe tomar como ejemplo. Cosas que en la Argentina no se promueven y no se autorizan como los intentos de España de colaborar, sea con Museos, Centros Culturales y de Desarrollo o la “Goleta Santa María del Buen Ayre”.
Huanchaco me sorprendió por su desarrollo como ciudad costera con muchos visitantes que disfrutan del sol y la playa y actividades deportivas como el surf . Allí volví a encontrar a los “Caballitos de Mar” y su gente: los pescadores, sus familias y su clientela.
Como se puede ver por las fotos la primera vez encontré varios grupos de pescadores en la playa, pero en esta oportunidad había cientos de ellos volviendo a la costa de a grupos constituyendo un gran espectáculo al verlos surfear las olas de la rompiente.
Me llamó la atención la gran cantidad de “caballitos” y algunas innovaciones que introdujeron en la construcción de los mismos. Manteniendo la forma tradicional, con la proa curva de los dos haces de juncos de la insustituible totora, los cuales se unen por medio de una atadura con juncos con piola. Mantienen el mismo tamaño de 3 a 4 metros y un peso de 40 kilogramos. Pero también les llego la globalización y la era moderna a esta embarcación que tiene mas de 4 mil años.
Me sorprendió, aunque tiene un gran sentido práctico, el uso de tergopol para terminar la popa y también como relleno interno en el cuerpo central (se puede ver en las fotos). Esto le da una mayor flotabilidad y son más livianos cuando se los saca del agua, dado que la totora (tup en lengua muchik) se embebe de agua salada y es por eso que se los deja escurrir parados al sol en la playa. Su vida útil es muy corta siendo reemplazados apenas pasado el mes de uso. La construcción de un caballito demanda unas pocas horas y hay gente especializada que lo hace. También podemos observar que el remo no es nada más que una caña de Guayaquil, partida a lo largo.
Cortan los juncos en bañados cerca de la playa o en los alrededores de la ciudad de Chan Chan, una de las ciudades más grandes del mundo construidas en barro. Estas lagunas artificiales se las denominaban wachaques y dicen que de ese vocablo proviene el nombre de Huanchaco.
El uso de estas embarcaciones se remonta a unos 3 a 5 mil años relacionándoselos con la llegada del hombre al lugar y empleadas en actividades de pesca y ceremonias rituales. Se reverenciaba al gran Takainamo que según la mitología Moche fue el fundador de dicha cultura el cual llegó navegando desde el norte. En el Museo Larco de Lima es posible ver muchas representaciones en cerámica que nos traen imágenes de cómo eran usados, la forma de navegarlos y los rituales marinos además de la pesca.
La forma que tienen de navegarlos cuando van remando es rodillas o con las piernas hacia delante. En el habitáculo de popa llevan las artes de pesca y lo producido. Es común que se reúnan en grupos de 4 o 5 caballitos a pescar y luego regresan a la playa juntos dando la sensación de una regata o competencia de surf.
Ya en ella acomodan la balsa con la pesca en el habitáculo y mientras esperan a los compradores van arreglando las redes o líneas con anzuelos al mismo tiempo que se acerca la esposa con los niños y le traen algo de comer.
.Luego llevan al hombro el caballito para ponerlo a secar, y puedo garantizar que es bastante pesado. Según nos contaron el hombre que no puede hacerlo no esta apto para salir a pescar dado que no va a poder dominarlo.
Otro aspecto interesante que vimos fue la de las pequeñas competencias que realizan los chicos. Van barrenando haciendo piruetas sobre ellos ya sea parándose de manos o tratando de surfear parados.
Hoy en día llegan muchos turistas amantes del surf a esta caleta de pescadores celebrándose campeonatos de gran importancia a fines de enero de cada año. Muchos de los deportistas se ven tentados a probar estas balsas. También para el 29 de junio, fiesta de San Pedro se arman balsas muy grandes , tal vez como la que navegaron los que llegaron a estas costas hace miles de años, y se realiza una procesión con autoridades e invitados. Un secretismo religioso florece con la fiesta de San Pedro y sus ancestrales rituales marinos. Para el norte de Perú el “caballito de totora” es una fuerte identidad de su pueblo y realmente fue muy buena idea de declararlo Patrimonio Cultural de la Nación.
Recomiendo ver el sitio de Internet del Museo Tumbas Reales de Sipan como así también el de Huaca de la Luna y la del museo de la Señora de Cao; valen la pena por lo que se aprende de la cultura Moche y el gran beneficio que aportó a la comunidad.
LOS CHANGOS Y SUS BOTES DE CUERO DE LOBO MARINO
Como navegante, puedo asegurar que los changos son los únicos en el mundo que se anticiparon al bote de goma o Zodiac, como le dicen actualmente. Pensemos que ese es un desarrollo de 1950 aproximadamente y ellos lo hicieron ya hace mucho siglos atrás. En una foto, vemos con saco al último constructor de estos botes(1940). El bote está extinto, ni los changos, ni los constructores. Están sus descendientes (en 2017 en Chile 4700 personas). Se habla de la última yaghan , pero no es verdad dado que hay descendientes, mientras estos se sientan culturalmente y continúen con las tradiciones y legados de sus ancestros, siendo un factor muy importante que en parte se puede recuperar.
De Wikipedia tomamos esto que nos pareció importante, dado que la fecha es del 2020 y corroborada la información en septiembre de ese año, cuando se produjo el reconocimiento oficial como grupo étnico. El Congreso lo oficializó el 8 de septiembre del 2020.
Changos, camanchacos o camanchangos son denominaciones utilizadas para agrupar a los diversos pueblos costeros prehispánicos que habitaron principalmente la zona comprendida entre Camaná (sur de Perú) y el río Elqui (norte de Chile), en la costa centro-occidental sudamericana.
Se dedicaban principalmente a la pesca, actividad para la cual utilizaban balsas características hechas con cueros de lobos marinos inflados. Sobre estos flotadores, sujetaban una plataforma de madera, que permitía transportar de uno a cuatro navegantes. Este tipo de embarcación era usada por ellos solo para la pesca costera, mientras que para el transporte a largas distancias usaban balsas de cuero de lobo marino. Para la pesca utilizaban un arpón de hueso, amarrado a un cordel de cuero. Se agrupaban en pequeñas familias y rendían culto a los muertos, a los que enterraban junto con sus herramientas.
Estas tribus habitaron una larga faja de la costa, llegando a comprender sectores como Boca del Río, La Yarada, Ite, Arica, Iquique, Tocopilla, Paposo y Taltal.
Aunque gran parte de las costumbres y cultura de los changos ha desaparecido y en muchos casos se han considerado extintos, en Chile son reconocidos desde 2020 como uno de los pueblos indígenas reconocidos legalmente y cerca de 4700 personas declaran pertenecer a esta comunidad.
Como es lógico primero se los tomo como extinguidos pero como sucedió con muchos otros pueblos se fueron mezclando con otras razas, sea el europeo, el chino y el melano africano. Los changos que habitaban la desembocadura del río Loa en 1866 tenían apellidos como Sinquilla, Llombeque, Seyama, Vilayo, Casana, Capollo, Cissama, Llapa, Huaca y Sullo.
Las comunidades de changos se habrían extinguido alrededor del año 1890, siendo sus últimos asentamientos las caletas de Paposo y Chañaral de Aceituno en Chile, y La Quiaca en Tacna, Perú.
El cronista fray Reginaldo Lizárraga los describe como pescadores pobres que vivían en caletas, casi desnudos y que se alimentaban de pescado y mariscos (también de huevos de las aves guaneras y con la sal hacían charqui de pescado que intercambiaban con los pueblos de las mesetas). En el depósito de encomienda dado al español Lucas Martínez, en 1540, se menciona la presencia de un grupo pescador camanchaco en Ilo, medianamente poblado. La investigadora María Rostworowski, en tanto, indica que los principales asentamientos de pescadores changos en Moquegua, Tacna, Arica y al sur hasta Tarapacá se hallaban «establecidos en el litoral y en la boca de los ríos formando aldeas particulares, bajo la autoridad de sus propios jefes».
Del Museo de Antofagasta tomamos estos datos: Estos Pueblos tenían un modo de vida se ha consignado en fuentes históricas para los Changos donde se describe la movilidad de estos grupos a través de la pampa, para intercambiar productos.
A cambio de «pescado salado i seco, mariscos, cueros de lobos i de aves marinas, conchas grandes i pequellas, sartas de llancas i posiblemente algas comestibles (…) [recibían] maiz, frejoles i otros productos de la tierra; tejidos de lana, i mas tarde lana cruda o hilada, objetos de metal i piezas de alfareria pintada» (Latcham, 1910: 63).
Se debe tener presente que el desierto de atacama tenía muchas rutas que lo atravesaban. Este intercambio ya se realizaba en 1500 A.C. En los oasis de San Pedro de Atacama se encontró cebil del noroeste argentino y conchas del Pacífico (Oliva peruviana), evidencia de «que el tráfico de bienes e ideas cubrió desde selva-costa y viceversa» (Núñez y Santoro, 2011: 504).
La embarcación.
En las fotos y dibujos se puede ver a la perfección como eran armados y como quedaban terminados. Hasta se puede observar los picos por donde se inyectaba más aire a los flotadores. Los remos eran de madera cactácea por los descubrimientos arqueológicos (500 años antes del presente).Aunque hay fechas que dan hacia 1430 antes del presente siempre en remos hallados como ofrendas y de madera cactácea. Es interesante que el mango era de madera dura y la pala de madera de cactus que se podía reemplazar fácilmente. (estudio de Benjamín Ballester). Aunque se tiene evidencias de navegación litoral de 6.500 años antes del presente. (Ballester y Gallardo 2011). Los dos pontones de piel de lobo estaban unidos con tablas atadas a ellos.
Por otra parte tenían una gran variedad de arpones hallados recientemente por arqueólogos, anzuelos y redes. También tenían otras embarcaciones o balsas realizadas en madera cactácea (cactus seco) o en totora como las “caballitos de mar” de Perú (Hunchaco) pero estaban unidos en 2 o 3 haces.
Pero nos pareció muy importante las pictografías de caza de animales grandes en el océano que luego llevaban a remolque hasta la costa. Eran ballenas y encontramos un texto interesante sobre la caza.
Un clérigo español, Antonio Vásquez fe Espinoza registro, en el 1630, una escena de la caza marina en la región: « hay en aquella provincia cantidad de cobre, del cual hacen unas púas, o garrochuelas menores, que garrochones, estos los ponen en unas astas pequeñas de tal suerte dispuestas, y atadas con un látigo de cuero de lobo a la muñeca, van a tirar a las ballenas: las cuales de ordinario en aquella costa duermen de medio día para arriba, dos, o tres horas con gran reposo, y profundo sueño, sobre aguadas, y con una ala pequeña, que tienen sobre el corazón se cubren la cabeza para dormir por el sol. Entonces que la a asechado el indio cuando duerme, en que esta diestro, llega en su balsilla de lobo, en que va para valerse de ella sin que la pueda perder, y se llega donde la ballena duerme: y le da un arponazo debajo del ala, donde tiene el corazón, e instantáneamente se deja caer al agua, por escaparse del golpe de la ballena; que viéndose herida se embravece dando grandes bramidos, y golpes en el agua, que la arroja muy alta con la furia, y cólera que le causa el dolor, y luego tira bramando hacia la mar, basta que se siente cansada, y mortal; en el intertanto el indio vuelve a cobrar su balsilla, y se viene a tierra a ojear, y atalayar adonde viene a morir a la costa, y así están en centinela, hasta que la ven parar ; ; adonde va luego toda aquella parcialidad, y parentela, que a estado con cuidado a la mirar, juntos todos con los amigos, y vecinos para el conuite, la abren por vn costado, donde estan comiendo vnos dentro, y otros fuera 6, y a ocho dias hasta que de hedor no pueden estar alli, en este tiempo hinchen todas sus vasijas (que las mas son de tripas de lobo marino) de lonjas de la vallena, que con el calor del sol, se derriten, y convierten en azeite, el qual azeite es su bebida ordinaria; estas botas o tripas de lobo son algunas tan grandes que cabe en cada vna largamente vna arroba de azeite, y como los indios andan de ordinario en esta comida de su vallena dentro de ella, y se vntan con aquella graça, traen los cauellos rubios como el oro, o candelas, y como andan tostados del rigor del sol, que ay en aquella calida region, es mucho de ver sus figuras, y acataduras, negras y los cauellos rubios »
PICTOGRAFIAS:
Pictografías del Medano con actividades acuáticas y terrestres. Este estilo se encuentra hasta 250 km al norte de Taltal entre Mejillones y Cobija. Tienen la misma forma, color y composición y también se encuentran a 35 km de la costa hacia la meseta por los valles con ríos. Como vimos hacían intercambios con tribus del altiplano consiguiendo madera dura, cerámica, etc. Vida al mas allá. Como creían en otra vida después de la muerte los enterratorios incluían
El ajuar funerario se compone por objetos de producción costera local como:
Cabezales y barbas de arpón
Desconchadores óseos
Cuchillos líticos enmangados
Puntas de proyectil líticas
Huso de tortera
Perforador
Placa de cobre
Pesa
Tubos óseos (sobre huesos de ave)
Guijarro con pigmento rojo
1000 cuentas discoidales de concha y 50 de mineral de cobre
También de bienes foráneos adquiridos mediante circulación o intercambio, como:
Vasijas cerámicas: cuencos, botellas y queros, negro pulido o café
Tabletas de madera y pipas
Cestería
Tubérculos (indeterminados, posiblemente yuca)
Collar y pulsera
Botellón de madera, sin asas
Miniatura de cerámica decorada, globular
Fragmentos de textiles o material orgánico, asociado a tabletas (posibles bolsos)
Caracol terrestre (Strophocheilus oblongus)