GRANDES LAGOS

CANOAS CANADIENSES

Según escrituras de Samuel de Champlain en 1609 los Iroquíes, usaban canoas de corteza de abeto, de olmo y también de tronco pero éstas eran más pesadas e inestables. Los Adirondacks (ocupaban un territorio pegado a los Iroquíes, es actualmente un Parque Nacional inmenso al norte de Albany en el estado de New York), usaron antes las canoas de corteza de abedul. En sí el abedul alcanzaba dimensiones más grandes al norte y ya de esos ejemplares debe ser difícil encontrar alguno. Por otra parte, como nota de color (para mí de asombro), el Sr. Champlain y su grupo fueron los que cambiaron la historia del mundo en el momento que se toparon con un grupo de Iroquíes de varias tribus y con un disparo mató a dos jefes y su compañero a otro. Así quedaron enemigos de los Iroquíes (estos a su vez se aliaron con los ingleses) y amigos de los Hurones. De ahí en más todas las guerras y matanzas persistieron por siglos.

Volviendo a las canoas, el europeo uso tanto la canoa de corteza de abedul (birchbark canoe) y la de troncos (dugouts), aunque preferían las de tablas. El problema era el acceso a ellas. Pero un tema es ineludible: el peso. Sucede que en la zona, y también más al norte en los Grandes Lagos, los ríos que los conectan  tienen rápidos, cascadas, etc. y la canoa debe ser transportada a mano. Esto hizo que prevalezca  la de corteza de abedul. Además con esta corteza se podían construir canoas del tamaño que uno desee. La corteza de abedul es muy flexible y fácil de trabajar. Por dentro la canoa estaba cubierta de costillas de madera de cedro. Lo que le daba una gran fortaleza. A estas costillas se le daba la forma con fuego y agua.

Un tamaño normal era de aproximadamente 4 mts. de largo y unos 50 cm de manga. Las había de casi 12 mts. de eslora por 6 de manga y llevaban 12 toneladas de carga más 12 hombres. La carga era todo lo que se pudiese intercambiar por pieles. Fue el primer gran comercio con los nativos de Norteamérica. También llevaban elementos necesarios para las misiones jesuitas (como la de San Ignacio) y los fuertes y colonias que se iban estableciendo.

Entrando por el río San Lorenzo (el que pasa por Quebec) se llega a los grandes lagos y es así como Chicago fue un gran centro comercial. Desde allí se podía seguir navegando al Mississippi. Chicago fue desde el 1800 un importante puerto casi en el centro del país.

Entre las cosas para destacar es que los kayaks de pellejo (tripa) de los Inuit y las canoas de corteza de abedul  de los  Hurones e Iroquíes  son dos modelos de embarcaciones adoptados por los europeos. Se sustituyó la corteza por terciado, las costuras por clavos y el sellado por masillas o calafateo, actualmente por resinas plásticas. Hay canoas canadienses de solo 20 kg de peso. Los kayaks de los Inuit primero fueron hechos de tela impermeable y luego de plástico (fibra de vidrio).

Todas con moldes de diseños ya probados y perfeccionados pero antes cada constructor era el diseñador y esto provenía de sus ancestros. De cientos de años y podrían llegar a ser miles si se tuvieran restos  de estas embarcaciones, cosa que por el momento no lo hay. Solo hay crónicas, algunas pictografías y la tradición oral.

Pero estas dos embarcaciones, y en especial la canoa  de corteza, es que pasó a conocerse como canoa canadiense. Tuvo una gran participación en la vida de los americanos del Estado de New York y de las vecindades de los Grandes Lagos. Con ellas hacían largas travesías, pasaban el fin de semana o incluso las vacaciones. También fueron sufriendo transformaciones como ponerle cubierta y hasta dos mástiles con velas. Se las usó para realizar regatas y cuanta variante uno pueda imaginar. (Desde mediados de 1800 a la actualidad donde se utiliza mas la canoa canadiense tradicional.)

Cubría la fantasía de aventuras de los jóvenes y para los matrimonios y mayores era una forma de salir del sistema.  Las llamaron «POORS MAN YACHT» (el yate de los pobres) pero puedo decir que yo mismo como navegante recorrí (con un amigo que él sí sabía) gran parte de la cuenca del río Salado cerca de Chascomús con una canoa canadiense; y fue una experiencia inolvidable.

MUSEO MARITIMO DE CHICAGO. PRINCIPAL PUERTO DE EE.UU.

Se trata de un pequeño museo hecho por voluntarios con muy bajo presupuesto. Su alma mater fue un gran investigador de la historia marítima y en especial de la más primitiva. Buscaba, fotografiaba, dibujaba y también compraba canoas. Sean de corteza, de tronco o kayaks. Se trata de Ralph Frese (1926 – 2012). Tiene una colección de más de 80 canoas y sostenía e instigaba a amigos y colaboradores a apurarse a registrarlas dado que eso se iba a perder para siempre. Gracias a sus trabajos se ha podido preservar tanto las embarcaciones de los indios como las de los europeos que vivían cerca del agua. Escribo esto dado que no se limitaba a la zona de Chicago o del lago Michigan, sino que iba tanto al ártico canadiense como a la costa Noroeste (Pacífico) la zona de Alaska, Vancouver, etc. Por supuesto que en los grandes lagos recorría todas las zonas.

Es impresionante enterarse que Chicago era un gran pantano y sobre él fue construida la ciudad. Sucede que al realizarse un canal que lleva al río Mississippi, la región se convirtió el enlace perfecto entre los Grandes Lagos, el Atlántico y el Golfo de México. Es decir, una gran vía de comunicación norte-sur. El verdadero comienzo, luego vendría la conquista del lejano oeste.

Así es como este importante enclave se convirtió en el principal puerto de EE.UU. Al principio imperaba el comercio de pieles (castor en especial, y también todas las otras) que tanto apreciaban en Europa. Después vino todo lo demás, sea campos para ganadería, algodón, cultivos, carrera del oro, petróleo, industria, etc.

Lógicamente el comercio se desarrollo muy fuerte y con la llegada de los italianos coparon la mafia dividiéndose la ciudad en sectores. Todos podemos recordar las grandes batallas entre estos grupos como así también algunos jefes: el famoso Dillinger, Al Capone, Torrio, Colosimo, etc. Uno tenía la especialidad de asaltar bancos, el otro el crimen organizado, y los dos últimos prostitución, juego y alcohol. Fue escenario del famoso ajuste de cuentas de San Valentin.

CONSTRUCCION DE CANOAS DE CORTEZA Y DE TRONCO (DUGOUT CANOES)

El punto principal es la bondad de la corteza de abedul. Descortezan el árbol y siempre con el lado blanco hacia adentro (es decir la parte exterior de la corteza que es blanca) hacen directamente un rollo, lo atan y lo trasladan al lugar de confección. Según el tamaño de la canoa obtienen corteza de varios árboles. Pero siempre en rollos. Podemos ver los rollos en las primeras fotos. Para que no se sequen las humedecen, sino lógicamente, eso no lo desenrollan mas.

Para mí, luego de la experiencia con la corteza de guindo de las canoas yagan, fue una novedad que me dejó perplejo. Imposible compararlas. Son lo opuesto. La corteza de guindo, leñosa, rígida, con un mal movimiento se raja. En cambio la de abedul se despega fácil del árbol es flexible, manuable como caucho, y se puede enrollar.  En Rusia también las hacen, la forma de la canoa y de la construcción son parecidas, aunque me da la sensación que la canadiense es superior.

Otro factor importante es que tenían a disposición cedro, abeto, olmo entre otras plantas. Son bosques muy ricos en plantas (arce, de donde sacaban el azúcar o mejor dicho melaza). En Tierra del Fuego es prácticamente  monótono dado que hay dos principales de la misma familia Nothofagus Betuloides y Pumilio , uno con hoja perenne y otro caduca; el Guindo y la Lenga, También conocido como el roble fueguino aunque dista mucho de tal.

Está también el Ñire -Nothofagus Antártica.  Muchos incluyen el Canelo (Drimis Winteri) pero en si no es un árbol.

Una característica de estas plantas es que su savia no es resinosa. Es muy importante dado que con la resina en el hemisferio norte se la utilizaba junto con grasa y carbón para hacer una mezcla de color negro que se usa para calafatear. Así vemos estas canoas que en todas las costuras u orificios, uniones de corteza tanto como para refuerzos de proa y popa, están sellados con esta mezcla que además de sellar es un buen pegamento de alta adherencia. Por otra parte es fácil de obtener en cualquier sitio si hay que hacer una reparación (costura, parche o perforación de la corteza).

Otra pieza clave es el cedro. Con esta madera que raja en dirección de sus fibras (longitudinalmente) con cuñas sacan tablas de distintos espesores y largos. Esta es usada para realizar la base interna de la canoa con su forma y a la cual le colocan mucho peso (grandes piedras) para que no se mueva mientras trabajan la corteza. Luego unen la proa y la popa, las cosen y agregan fajas de corteza hasta conseguir la altura deseada (franco bordo). El interior está totalmente cubierto de costillas de cedro pre-moldeadas con fuego y agua. La proa y la popa tienen una estructura interna que les da fortaleza.

Vale la pena acotar que según el diseño de la proa se podía saber a qué grupo o tribu pertenecían. Era como una marca o diseño que los distinguían.

La borda, con sus largueros y parantes ya pre-armados, se la cosía firmemente a la corteza y se la calafateaba en caso de ser necesario. Se cosía con raíces de abeto mantenidos en remojo. Esta tarea se la daban a las mujeres y se necesita mucha fuerza, manos que no duelan y paciencia. Probé un par de uniones y realmente es un trabajo duro, lento y enervante.

Las líneas negras que se aprecian son del calafate que ya mencionamos, un sellador y pegamento muy efectivo.

Por otro lado estas canoas duraban más de dos o tres años a diferencia de las otras canoas de corteza del mundo.

Es una información general, son muchos los detalles y creo que nadie va a ponerse a fabricar alguna canoa. De cualquier forma puedo ampliar.

En cuanto a las canoas de tronco que podemos ver bastante viejas eran más duraderas pero tenían la contra del peso y su inestabilidad. Por las condiciones de navegación muchas veces se debían retirar del agua y llevarlas en andas hasta pasar los rápidos o buscar otro río (afluente) para llegar a destino.