
ETIOPÍA
PESCADORES DEL LAGO HAIK o HAYQ
Cerca de la ciudad con el mismo nombre pasamos por él en viaje a Lalibela. Llega a los 88 metros de profundidad es de agua dulce y tiene 5km de ancho x 6 km de largo y a unos 2.000 metros de altura. Está en la región Amahara, uno de las principales dominantes del país.
Aquí nos encontramos con un grupo de pescadores que en sus embarcaciones de cañas de bambú extienden sus redes en el lago. Después baten el agua para espantar los peces, la mayoría son los que se conocen como Thilapia. También hay «catfish», el pez gato, llamado así por sus largos bigotes. Los bautizó con ese nombre, en 1520, el explorador europeo Francisco Álvares.
En cuanto a la «balsa», realizada con cañas de bambú, tienen un mes de vida si no está mucho tiempo en el agua. Así es como vemos los embarcaderos compuestos por 2 grandes rocas que mantienen a la embarcación fuera del agua.
Parecidos a los caballitos de totora de Perú (http://carlosvairo.com/peru/). Estos son más rudimentarios pero evidentemente es un lago que no levanta mucho oleaje, al ver donde colocan las balsas.
El pescador nos pidió silencio dado que la pesca anterior había fracasado al estar la red del lado equivocado donde estaban los peces al batir el agua. Con eso hace que vayan hacia la red; primero hizo toda una navegación para ver la ubicación de los mismos y la cosecha fue buena como pueden ver.
En estos lagos se vuelcan muchas personas a juntar agua, bañarse, lavar la ropa, traen al ganado para que beba, pasar el tiempo o tomar un café en los bares que dan al lago.
Me gusto ver como se aplican a la agricultura. En este momento están arando con bueyes y arado de madera, luego también pasan una rastra de madera. Trabajos duros pero es la época. Ya cosecharon y se aproximan las lluvias. En algunos lugares vemos como hay 3 o 4 hombres arando una parcela de tierra; se ayudan entre vecinos, lo mismo para hacerse la casa o cambiar un techo de paja.
Por supuesto que hay iglesias a su alrededor, un santuario (ruinas del 1200) pero nuestra búsqueda eran los pescadores y sus alrededores con sus embarcaciones primitivas.
Entre las cosas que nos atrajo de este país es que está cruzado por el Gran Valle del Rift que cruza toda África desde el sur y por donde los homo nidos fueron avanzando; en el Museo Nacional en la Capital (Adis Abeba) están los restos de Lucy de unos 4 millones de años, caminaba erecta.
Y aquí en esta meseta central nace el Nilo Azul y hay un gran acuífero compuesto de muchos lagos entre los 1800 y los 3000 metros (altura máxima unos 4500 m.) siendo las lluvias abundantes, durante el Monzón especialmente.
El norte y el sur son semi-desérticos y allí están establecidos los nómades con su actividad de pastoreo. Se van meses dejando en las aldeas a mujeres y niños.
CANOA DE TRONCO MONOXILA. RIO OMO
Para cruzar el río Omo en distintos lugares de su trayecto hay unos ferris casi de la prehistoria. Existieron siempre. Son del tronco de la acacia, típico árbol de África. Y su tronco, como podemos ver en las fotos, no es muy recto. Algunos lo son pero otros tienen forma de banana o de S. Pero esto no quita que sean ahuecados a pura hacha y usados por todo el mundo, sean blancos o de cualquier tribu, en este caso fue la Dassanech. El río es la fuente de vida para todas estas tribus. Tiene alrededor de 760 km de largo hasta la laguna de Turkana cerca de la frontera con Kenia.
Ahora todo esto corre peligro dado que están construyendo la represa más alta de África, de unos 250 m de alto, para generar electricidad. Desde el Gobierno dicen que también va a regular las peligrosas inundaciones en la temporada de lluvias (con lo que se fertiliza todo) y en la época de sequía van a tener agua para las nuevas plantaciones de caña de azúcar, palma para aceite, maíz, etc. Para eso se debe desforestar. En pocas palabras un desastre ambiental más.
Pero por ahora beben el agua, la usan para asearse y para la agricultura. En él pescan y navegan. Son más de 200 mil personas viviendo sobre su costa en tierras comunes, ancestrales, sin título de propiedad y por ese motivo el Gobierno las toma prohibiéndoles el uso a los verdaderos dueños.
Soy un fanático de las embarcaciones primitivas, pero estas canoas de tronco lejos son lo más primitivo que vi y en lo que navegué. En las fotos se puede apreciar excelentemente. Es muy interesante como emparchan los agujeros del tronco con parches de cámara de auto y mil clavitos. Se ve en las fotos parches amarillos y negros. La ventaja de estos troncos que duran bastantes años.
Son timoneadas por verdaderos expertos, desde jóvenes a adultos muy mayores. A cada paleada hacen un balancín con el cuerpo para compensar la rotación del tronco ahuecado.
BALSAS DE BANANERO. LAGO CHAMO
Parque Nacional Nech Sar. Es un Parque Nacional con varios animales silvestres. Buena cantidad de monos, y en el agua cocodrilos e hipopótamos. Ubicado en el Rift Valley a 1.100 m de altura en la región sur. Hacia el sur está el lago Chamo y separado por una lengua de tierra llamada El Puente de Dios, el lago Abaya hacia el norte. Ambos lagos están conectados por túneles submarinos.
Nos alojamos en un hotel con bungalós en Arba Minch. Una especie de resort cerca del Parque Nacional, sin internet, ni nada moderno (es el Paradise Hotel de Abra Ninch). Camas con mosquiteros (llenos de insectos), un ventilador y todo el bungaló construido con piedras.
No bien salimos del puertito del parque, para hacer avistaje de aves y fauna, encontramos lo que buscábamos. Pescadores con sus balsas de tronco de bananero. Bien primitiva, fácil de construir, pero que les es muy útil tanto para pescar como para trasladarse por las islas.
Entre dos balsas ponen el trasmallo (red) y usan como flotadores botellas de agua mineral. Vemos cuando sacan un hermoso ejemplar de perca del Nilo. Uno de los más buscados en todos los espejos de agua. Pero es interesante su accionar dado que son pescadores furtivos al estar prohibida la pesca dentro del Parque Nacional. Aunque la ejercen de generación en generación; son de la etnia Gamo, una de las 80 de Etiopía.
Pero corren doble peligro, cerca de la costa están los inmensos cocodrilos del Nilo y del otro lado de la isla, grupos de hipopótamos que son terriblemente territoriales. En costa firme, como vimos entre las primeras fotos, el guarda parque con su ametralladora en la espalda. Ya a esta altura estábamos acostumbrados a ver ametralladoras por todas partes. En las ciudades, en el campo, los jefes de la tribu Karo o los Hamer, en los lugares de enfrentamiento entre etnias, en la frontera con Kenia y Somalia; los pastores llevan ametralladoras, como los nómades. También los uniformados: los guarda parques, los de ejército, etc. Al principio nos chocaba y hasta asustaba. Como todo, después de una semana, lo veíamos como algo común, aunque no nos dejaba de ponernos mal.
Pero pescar prácticamente metido en el agua con cocodrilos e hipopótamos, prefiero estar en tierra.
El lago es realmente hermoso con abundantes aves de todo tipo. Además de una variedad interesante de fauna.
LAGO AWASA o HAWASSA (PARTE 1)
Este lago con una profundidad media de 10 m a los 1.708 m de altura y de una superficie de 129 km tiene una abundante pesca. Otro lago en el valle del Rift, la gran falla tectónica que recorre toda África y donde se encontraron gran cantidad de fósiles de homínidos.
Los peces son los típicos de la región: tilapia (con casi 30 subespecies), catfish y perca del Nilo. Aunque los pescadores van pasando su oficio de generación en generación y siguen allí pescando con redes o líneas, algunos mas modernizados y otros casi en una supervivencia diaria.
El contraste es que esta ciudad se está desarrollando con hoteles orientados a una clase media y media alta que eligen este espejo de agua para descanso. Hay hoteles magníficos como el «Haile Resort» que tiene de todo, pileta, spa, gimnasio, negocios, dos restaurantes etc.
Desde las ventanas es posible ver estos pescadores de subsistencia metidos en el agua o con bidones como flotadores pescando con anzuelo. Sacan para la familia y algo venden: 2 peces a 100 birr (unos 5 dólares).
Temprano, cerca de las 6 de la mañana, fuimos al mercado de pescados. Solo había un grupo de botes (4 o 5 rotos y abandonados) y un bote con 3 hombres que estaban durmiendo. Un poco cabeza dura mi guía, ya le había explicado que los mercados funcionan a partir de la luz solar, no antes.
Pero estaba bueno igual. Para la gente del lugar bastante fresco, para nosotros de Ushuaia era pleno verano.
Las cigüeñas marabú caminaban por la orilla, parecían impacientes. También comenzaron a llegar algunas mujeres y fue cobrando vida la parte comercial del mercado, barracas para desayuno, venta de pescado, restaurante y vendedores varios desde canastas, agua mineral rellenada del agua del lago (filtrada), pan con salsa picante, bananas, lavadores de zapatillas, etc.
Ya el movimiento era fuerte y comenzaron a llegar los botes de los pescadores. Uno tras otro y comienza el ritual en todos. Pasar la casi inexistente rompiente, meterse en el agua y darlos vuelta para dejarlos con la proa mirando al agua.
Las cigüeñas marabú muy contentas, algunas volaban otras se acercaban a los botes, lógicamente para ver si se caía algún pescado. Mientras los pescadores se aseaban y bajaban la pesca algunos muchachos, y muy pocas señoritas, expandían una lona plástica azul o naranja (los únicos dos colores que vimos en toda Etiopía) y comenzaron la faena de limpieza y fileteado.
Las cabezas con el espinazo rápidamente iban a las ollas para hacer la sopa de pescado que tomarán los pescadores para hidratarse después del desayuno, y otro tanto para vender (20 birr o 1 dólar).
Nuestro guía Wendy dice que se toma al menos 3 tazas con mucho picante. Para que será el pescado, es imposible sentirle el sabor, aunque esté bien condimentado.
Los filetes se venden muy rápidamente a la gente que se acerca, y los catfish (pez gato por sus largos bigotes) ya sin la piel para algo parecido al «chupín de pescado».
Los revendedores con balanza y tabla para medir el pescado, los van separando y van a tambores para seguir el proceso, se venden limpios pero enteros en otros mercados.
La actividad es casi frenética en un clima de paz con alguna que otra agresión que, por lo general, termina en una sonrisa.
A mí que me interesan las embarcaciones vi la construcción de estos botes de tabla y era más seguro navegar en un cajón de manzanas (aquellos de madera). Los que quieren pueden ver el calafateo para que no entre agua: la propia ropa del pescador tapando las ranuras. Las uniones entre tablas se aseguran con material tipo burlete clavado. El detalle de los remos es impresionante. Esto muestra que el lago no es muy peligroso pero al haber hipopótamos yo no me confiaría tanto.
Con los chicos me divertí mucho, me explicaban como filetear y así me puse con ellos, luego con las vísceras las tiraban para atraer más cigüeñas y poder sacar mejores fotografías. Recorrimos todo el lugar, me llevaron a ver monos y después se frotaban la panza. Serían unos 30 y les mostré el pan con picante como para desayunar pero ellos señalaban las bananas. Así se llevaron una banana cada uno y la mujer contenta: 60 birr (2,5 dólares).
LAGO AWASA O HAWASSA (PARTE 2)
Luego de ver la pesca artesanal comercial, con esos botes de muy mala construcción y el mercado de pescados, el más importante de Etiopía, fuimos al hotel a desayunar (Haile Resort) y a las 10 hs salíamos nuevamente a recorrer otra parte del lago; que es donde pesca otra etnia del lugar.
Desde la ventana del hotel veía como había pescadores parados sobre las algas y me decía a mi mismo: “imposible que el lago sea tan bajo, deben estar sobre balsas”.
Nos esperaba una lancha de paseo con su toldilla, así quedábamos protegidos del fuerte sol. Al principio cuando veía todas las personas con cabezas tapadas con lo que sea pensé que era un tema religioso. El único tema es un sol que golpea fuerte.
Así salimos y comenzamos a realizar un recorrido por los distintos pescadores. Todos con una cañita y línea con anzuelo sacaban una buena cantidad de tilapia, come la familia y queda algo para vender, aunque no mucho. Las balsas pueden ser de papiro, que juntan allí nomás en la orilla, aunque es muy fino y se pudre rápidamente.
Algunos agarran los bidones amarillos que usan para el agua y sobre ellos colocan un piso de madera. Otros, directamente con el agua hasta el cuello, van caminando.
También pudimos observar como los hipopótamos nos veían pasar, sin perdernos de vista. Es muy peligroso invadir su territorio. Un macho puede estar con 4 a 15 hembras y las crías. Si uno se mete es un grave problema dado que son muy peligrosos. Buscando encuentro que son parientes de las ballenas y marsopas; y se dividieron hace unos 55 millones de años. Bueno sin divagar más, seguimos navegando y nos prendimos con unos muchachos que estaban largando redes muy largas, unos 500 metros, para levantarlas durante la noche. El bote era tan destartalado como los que vimos a la mañana.
Fue interesante como te lavan las zapatillas puestas (ver las últimas fotos). Esto sucede en una serie de bares, restaurantes y puestitos sobre la orilla del lago. Muy económicos y con buena cerveza local como la St. George. El vino del Rift Valley es muy bueno: Acaccia Cabernet, Malbec o Chardonnay. Los viñedos son de musulmanes de Dubai que dicen no tomar alcohol. Pero es increíble ver la cantidad de gente drogada con ghats o khats, es una hoja verde muy tierna. En poca cantidad saca el hambre y el cansancio. Requiere mucha agua y termina uno con una borrachera de la gran siete. Pienso que los camioneros que la comen para seguir manejando, terminan borrachos y los accidentes son al por mayor.
PESCADORES Y VIVIENDA. LAGO TANA (PARTE 1)
Se trata del lago más grande de Etiopía y es la fuente del río Nilo Azul. Se trata del cráter de un volcán con 15 m de profundidad y esta 1.788 m de altura. Su largo es de 84 km y el ancho máximo de 64 km. De esta forma podemos imaginarnos el gran espejo de agua que es.
Nos alojamos en la ciudad de Bahir Dar, que está a las orillas del lago. Según los datos actuales posee unas 30 islas y al menos 6 tienen edificios religiosos, enterratorios de reyes y en especial a una se la cree muy sagrada dado que se supone que allí estuvo el Arca de la Alianza (isla Tana Cherkos). También llamada «Arca del Testimonio» es un cofre donde se guardaron las tablillas de la ley o los 10 mandamientos que recibió Moisés de Dios, según la Biblia (Libro del Éxodo).
Todas estas islas, y en especial esta, son muy visitadas. Pero a nosotros nos interesaba ver la vida del hombre con relación al agua. Salteamos edificios religiosos por seguir a estos navegantes en sus balsas de «papiro».
Realmente fue un descubrimiento hermoso. Poder estar con la gente, lo humano sin tantas piedras o misticismo.
La pesca que realizan en este enorme lago es la perca del Nilo («Nile Perch» un pez parecido a nuestras truchas patagónicas nativas) y que puede llegar a los 2,5 kg. Realmente es exquisito. Los días que pasamos en estos lugares fueron a puro pescado. Otro que nos gustó mucho y abunda en todos los lagos es la tilapia; de carne blanca, es de aguas tropicales dulces y tiene una alta reproducción. Es el preferido en toda Etiopía; los pescadores todos los días sacan una cantidad que puedan vender y comer. No poseen mucha refrigeración, salvo en la ciudad. No son muy grandes y según el restaurante sirven dos unidades salteados por solo 5 dólares. También el «cat fish» (pez gato, piel gris y largos bigotes, carne blanca muy sabroso, come algas y otros peces, lógico).
Siempre los vimos pescar con redes (trasmallo) y se las ingenian con flotadores de telgopor y pesas de piedras que enganchan en la red. El ancla es otra piedra, más grande y los flotadores en cada extremo son botellones de agua.
Aunque vemos papiros en la costa y el falso papiro (el decorativo de los jardines,) el que se usa es otro y deben comprarlo en el mercado de pescados. Es un papiro más grueso y le cuesta 300 birr, unos 27 dólares, para una balsa. La duración es de aproximadamente un mes. También luego de pescar la retiran del agua para que se seque o al menos escurra el agua.
Así fuimos navegando viendo distintos pescadores. La técnica es muy similar aunque algunos de ellos tenían elementos como redes más sofisticadas (de casa de pesca profesional) y más nuevas. El resultado no lo pudimos evaluar.
Luego seguimos a un par de pescadores que con sus balsas (tipo los caballitos de mar de Trujillo de Perú que son de totora, pero tienen una confección distinta) a una pequeña isla que sobresale a la superficie del lago unos 7 m. Tiene unos 100 m de largo y hay varias casas, un restaurante, venta de suvenires, un pequeño embarcadero y lógico un «café». Es un puertito natural de piedra; al lado, en otra entradita, un grupo de mujeres limpian el pescado que servirán al mediodía a los turistas que lleguen.
Seguimos al pescador y allí era justamente su casa. Baja la bolsa con la pesca, unos 30 peces. Unos 50 dólares. Está muy contento, nos invita a conocer la casa. Está orgulloso, todavía no la terminó y trajo en bolsas la arcilla para hacer el estucado de la casa de varas de eucalipto y adobe. Techo de chapa con paja así es más fresco. Consiste de un living donde da la cocina de un lado y dos habitaciones del otro. Piso de tierra y unos banquitos de madera y cuero. Ni mesas, ni cubiertos, nada. Solo el rincón para la ceremonia del café. Hasta la hija más chiquita ya ayuda lavando las tazas. No hay comida o conversación que no incluya el café.
La familia está compuesta por su esposa de unos 30 años (aunque parezca mucho mas), y tres hijos de 12 ,11 y 3 años. Van a la escuela y los pasa a buscar una lancha de la propia escuela. La niñita va a un jardín maternal donde ya empieza a escuchar inglés, es en la casa de la maestra que vive allí.
Un paseo con mucho amor, risas y charlas de nuestra vida. Se divertían mucho con nosotros y nosotros nos quedamos admirados.
MERCADO DE PESCADO, ASTILLERO Y PATIO DE COMIDAS. LAGO TANA (PARTE2)
Desde la casa del pescador nos subimos a nuestro bote y fuimos a la costa de Bahir Dar, cerca de nuestro hotel (Kuriftu Resort and Spa), donde se encuentra un «astillero”, el mercado de pescado que lleva directamente pescado fresco a la Capital, Adis Abeba, y a los restaurantes que lo rodea. Nos pareció muy interesante el conjunto de las actividades.
El astillero de balsas de «papiro» para los pescadores o la venta de la totora suelta para confeccionar balsas es por demás interesante. En las fotos podemos ver balsas paradas secándose y escurriendo el agua (me hizo recordar a las de Chilcayo, Perú) o los manojos de papiro también secándose.
Allí las confeccionan o venden el papiro. Me resultó interesante la diferencia de precio al preguntar por una balsa me contestaron 1100 Birr (algo menos de 100 dls.) contra los 300 Birr (unos 27 dls.) a un local. La hubiese comprado pero no para traerla en el avión. Son realmente pesadas. En casi todo es así, siempre hay que pedir rebaja pero nunca va a ser como el precio para los locales.
En un costado había varias embarcaciones rotas, abandonadas y en el lado opuesto la construcción en chapa de nuevos botes de paseo algunos y otros, con proa más redondeada, de carga.
En la zona y en el lago más grande de Etiopía se usan los cascos de hierro. Muy prácticos y de una fabricación rápida, como propulsión motores fuera de borda entre los 10 y los 35 HP.
Como carroza una lona. Si bien no hace mucho calor el sol golpea con todo. Es por la altura (cerca de 1800 m), aire más fino y los UV lastiman. Todos llevan la cabeza cubierta.
A la orilla van llegando botes pesqueros con su carga que bajan y la pasan a las mujeres que van limpiando el pescado, con una sonrisa. Lo hacen a una gran velocidad y aparece otra bolsa o recipiente de telgopor, se le devuelve en el mismo al pescador. Paralelamente está la venta al por menor, sea para una familia o para un hotel. Las otras se anotan de qué pescador es y van a un camión con frío que parte para la Capital.
En un momento se llena de Toc-Toc, las moto-taxi azules y blancas. Vienen de los hoteles a comprar pescado. Alrededor de las 11hs. Es el que lo van a servir al mediodía.
A unos 20 metros de la orilla hay «casas» donde viven familias de pescadores como pudimos ver y obreros del astillero. Las mujeres son todas de allí cerca; hacia el mediodía terminan con sus tareas y vuelven a sus hogares.
Aparecen varios «toc toc» con astillas de madera que salen de las rajas o palos de eucalipto que se usan en la construcción. Con esto se cocina dado que el gas no existe. Se logra una llama fuerte pero que dura poco. Se cocina en sartenes y se frita o saltea en forma rápida. No es para una larga cocción. Cuando uno pide grillé o a la plancha es sarteneado con aceite de palma; con jugo de limón queda muy rico. Casi siempre la acompañan con una salsa de limón.
Estos paradores son muy usados por gente de todo nivel cuando quieren un pescado fresco rápido, siempre acompañado con «injera» (ese panqueque gigante) gris. Por lo general lo acompañan con otro más pequeño, arrollado; pensé que era la servilleta y me lo puse, enseguida me advirtieron que eran los cubiertos: se corta un trozo y se toma con las manos la comida envuelta en esa porción de injera.